Resistencia superior a la corrosión
Los tubos de cobre-níquel demuestran una resistencia excepcional a la corrosión en diversos entornos, especialmente en aplicaciones marinas. Esta notable propiedad se debe a la formación de una capa protectora de óxido que se desarrolla naturalmente sobre la superficie, proporcionando una protección continua contra los elementos corrosivos. La capacidad del material para mantener su integridad en agua salada lo hace invaluable para instalaciones offshore, embarcaciones marinas y instalaciones industriales costeras. Los tubos resisten la corrosión por picaduras, la corrosión intersticial y la fisuración por corrosión bajo tensión, problemas comunes que afectan a otros materiales tubulares. Esta superior resistencia a la corrosión se traduce en una vida útil prolongada, menores necesidades de mantenimiento y costos reducidos durante el ciclo de vida para los operadores.